Biden aplica la mano dura al estilo Trump con los inmigrantes haitianos ilegales en Texas
El ex presidente de EEUU Donald Trump fue ampliamente criticado por una gran parte de la sociedad estadounidense por su política antiinmigración durante su mando. Ahora, Joe Biden aplica la misma mano dura que su predecesor. Agentes de la patrulla fronteriza de Texas van a la caza, a caballo, de inmigrantes haitianos que quieren cruzar el Río Grande.
El Departamento de Seguridad Nacional estadounidense anunció la semana pasada que prepara la devolución a Haití de un gran número de solicitantes de asilo que durante los últimos días se han reunido en la frontera de Texas.
En el escrito, el Departamento asegura que el viernes pasado ya fueron trasladados cerca de 2.000 migrantes a otros puntos de procesamiento, donde se valorará su «traslado fuera de Estados Unidos» de acuerdo con las leyes y políticas estadounidenses.
Además, también ha anunciado que se aumentará la capacidad y el ritmo de vuelos de traslado de migrantes a Haití y a otros países del hemisferio en las próximas 72 horas.
Durante los últimos días, miles de migrantes haitianos se han agolpado bajo el puente que une la localidad mexicana de Ciudad Acuña con la estadounidense de Del Río, en Texas, lo que llevó al alcalde texano a declarar un estado de emergencia el viernes y a ordenar el cierre de las cabinas de peaje en el puente para evitar el tráfico.
En el comunicado, el Departamento de Defensa ha recordado que las fronteras estadounidenses «no están abiertas». «La migración irregular supone una amenaza significativa a la salud y el bienestar de las comunidades fronterizas y a las vidas de los propios migrantes, y no debería intentarse», ha detallado.
Estas palabras recuerdan a las que Trump pronunciaba cuando se enfrentó en 2019 con una verdadera avalancha migratoria procedente de suramérica y centroamérica. «Nuestra Patrulla Fronteriza no la forman trabajadores de hospital, médicos o enfermeras. El problema son las leyes migratorias de los demócratas, que podrían arreglarse fácilmente. Gran trabajo de la patrulla, sobre todo. Muchos de esos inmigrantes ilegales están viviendo mucho mejor ahora que en el sitio de donde vienen, y en condiciones más seguras», dijo el por entonces presidente republicano.
La administración Biden ha ordenado a las agencias pertinentes que trabajen junto con el Gobierno de Haití para hacer frente a la situación. Asimismo, el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense ha indicado que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza enviará a la zona unos 400 agentes en un plazo de 24 a 48 horas con el objetivo de desmantelar el campamento improvisado en Del Río.
Dentro de la batería de medidas contempladas por la Administración de Estados Unidos para cerrar el campamento se incluye el cierre del acceso y el desvío del tráfico a Eagle Pass, así como «acelerar el ritmo y aumentar la capacidad de los vuelos de vuelta a Haití dentro de las próximas 72 horas», ha indicado el departamento en un comunicado.
La Casa Blanca ha reiterado que «nuestras fronteras no están abiertas y que la gente no debe hacer el peligroso viaje. Los individuos y las familias están sujetos a restricciones fronterizas, incluida la expulsión», ha alertado en el escrito el Departamento de Seguridad Nacional.
Por su parte, el primer ministro de Haití, Ariel Henry, se ha solidarizado con los migrantes en una serie de mensajes en la red social Twitter, en los que ha asegurado que se están realizando gestiones para acogerlos a su llegada al país y que «no queden atrás».
«Estamos muy preocupados por las condiciones extremadamente difíciles en las que se encuentran varios miles de nuestros compatriotas en la frontera entre Estados Unidos y México», ha escrito el mandatario.
Henry ha expresado su deseo de que el país se una en el futuro para que sus ciudadanos no tengan que soportar «estas humillaciones». Mientras tanto, ha declarado, les da a los migrantes la bienvenida «de vuelta a casa».
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